La
virtual intercepción del avión presidencial boliviano, ¡justo cuando se
aprestaba a ingresar en los cielos de Francia!, trae a la memoria, por libre
asociación (que debe ser una de las pocas cosas que nos ha dejado relativamente
libres este comienzo de era), la exitosa visita del entonces Presidente electo
Raúl Alfonsín a España, allá por el ’82, ‘83.
Evo Morales,
Presidente del Estado Multinacional de Bolivia, era el pasajero Vip de la
aeronave, es socialista, al igual que el actual presidente de Francia, Francois
Hollande; tal como -se podría decir- lo fueran Raúl Alfonsín, a cuyo impulso
ingresara la UCR a la Internacional Socialista, y el Jefe de Gobierno español y
Secretario General del PSOE, Felipe González, quien arrasara en las elecciones
de 1982 y 1984. Al menos, ‘Felipillo’ contribuyó a hacele más placentera la
estadía y a la forja de ilusiones que, cuando quiso organizar el ‘club de países
deudores’, resultaron vanas; como las de Evo, si es que, alguna vez, se forjó
alguna.
O quizás sí,
sirvió para algo, ya que los dos primeros países en prohibir el vuelo en
cuestión -previamente autorizado- fueron Francia y Portugal, pero luego se sumó
Italia; y, recién después de este último suceso -que obligó al avión a realizar
un aterrizaje emergencia en Viena-, Francia revió la medida y autorizó el uso
de su espacio aéreo, por lo que Evo podrá reanudar su viaje.
Aunque queda la
duda de si las protestas internacionales despertaron una tardía solidaridad con
el ‘compañero’; o se debió al hecho de que cancelar una ruta previamente
aprobada, con la aeronave en tránsito y sin posibilidad de retornar al
aeropuerto de origen puso en peligro la seguridad y la vida de un Presidente; o
si fue, lisa y llanamente, una ‘tarea cumplida’; puesto que, al aterrizar ‘de
emergencia’ en Austria, uno de los países más racistas -si no el más- de Europa,
se pudo constatar que el archiespía Edward Snowden no viajaba con Evo que, según
sus últimas declaraciones, no sabía si estaba secuestrado o no en el aeropuerto
de Viena, donde estuvo retenido siete horas, antes de poder iniciar el regreso a
Bolivia.
El pretexto para
el atropello surgió de la filtración de un supuesto ‘dato de inteligencia’. Evo
asistió, en Moscú, a una reunión mundial de países productores de gas; como
Snowden, ex empleado de la CIA está varado en el aeropuerto de Moscú (o por
ahí, ¡vaya uno a saber!), se dijo que el avión presidencial partió de Moscú,
rumbo a Bolivia, con “un pasajero no declarado”, se procedió a cancelar los
permisos por “motivos técnicos” nunca especifiicados. El “motivo técnico” no
sería otro que la injerencia del Gobiernos de Estados Unidos, que influenció o
presionó a los tres estados europeos que prohibieron el vuelo, según las
sospechas expuestas en sus declaraciones el ministro de defensa y el canciller
bolivianos.
Una nave o
aeronave presidencial al servicio del traslado de un jefe de estado en misión
oficial es, para el Derecho Internacional, tan inviolable como una embajada;
pero, más allá de la evidente violación de la soberanía boliviana, surgen factores
y grupos de poder, por encima del orden institucional que enmarcan un mundo de
facto (nunca mejor empleado el término), por encima de los órdenes jurídicos
establecidos, nacionales, supranacionales e internacional, que establece sus
propias reglas y las ejerce como poder real.
Resulta insólito
que, cuando alguien (Snowden) denuncia que una potencia (EE.UU.) realiza acciones ilegales de espionaje en
distintos países amigos y aliados y contra los ciudadanos de esos países,
violando su privacidad, el denunciante se vuelva el criminal perseguido, no
sólo por el país infractor (que no sería lícito, pero sí explicable) sino por
los gobiernos que las sufren (ellos mismos, sus ciudadanos -a quienes deberían
proteger- o ambos) y que sólo se atrevieron a expresar su ‘preocupación’ por el
incremento de las actividades de espionaje; y esta es la situación de Francia,
Portugal e Italia, que no solamente no investigan las denuncias de Snowden,
sino que colaboran en operativos ilegales para acallarlo. Más grave aún es la
actitud del país transgresor, EE.UU., que requiere la colaboración de sus
aliados en la OTAN para realizar una operación ilegal contra la aeronave
presidencial y el Presidente de un país que
también es su aliado, ya que con Bolivia son integrantes de la OEA, cuya
carta viola, junto con el Tratado de Asistencia Recíproca.
Pero la OEA no
cuenta, como tampoco cuenta la Unión Europea, como pueden atestiguarlo España,
Portugal, Italia o Grecia, entre otros, víctimas de los ajustes impuestos, en
beneficio de los ‘rescates’ a la banca internacional, por la propia UE,
encabezada por sus potencias dominantes, Alemania y Francia, secundadas por las
elites dominantes de cada país; y, en general, pueden atestiguarlo los millones
de desocupados y desalojados de todo el ‘primer mundo’, incluyendo los EE.UU.,
donde -no olvidemos- nació la burbuja inmobiliaria (hipotecaria) que fue el
puntapié inicial de esta gran crisis económica mundial, que se avizora como la
más extensa en la Historia de los Capitalismos Económico y Financiero.
Y, aunque no sea
el objeto de esta nota, es válido para establecer comparaciones, la referencia
a la crisis mundial y a cómo estas crisis, junto con las guerras provocadas e
inducidas sirven al primer deudor del mundo, los EE.UU. para enjuagar sus
déficit, con la contraprestación de ser el estado gendarme de un capitalismo
internacional que opera en el circuito paralelo de los paraísos fiscales de la
banca ‘off shore’ una masa de valores equivalente al total del dinero y valores
de todos los estados con control fiscal, de los que, justamente, evaden, en
cordial convivencia con fondos provenientes del narcotráfico, el del tráfico de
armas, junto a banqueros de cuello duro, gobernantes y empresarios corruptos y
expoliadores de pueblos y de recursos en general.
Así como también
es igualmente válido visualizar las monumentales operaciones de lavado,
facilitada por la misma banca que provoca las crisis y el endeudamiento de
personas y países, para ser luego asistida por los países (en este caso de los
EE.UU. y la Unión Europea), todo lo que provoca una brutal transferencia de
ingresos, mediante ajustes, recortes y desempleo y el apoderamiento, a través
de fusiones y fondos de inversión de las deudas soberanas por sumas irrisorias
y la adquisición de bienes muebles e inmuebles y de los activos materiales e
inmateriales, fijos y flotantes de las empresas (siempre hay reformas a las
leyes de quiebra, en estos casos) y la privatización de los servicios, la
producción de energía, el agua potable y los alimentos.
Este es el
verdadero ‘orden internacional’ que se pretende imponer, el del consenso de
Washington, del que se han liberado los Países de la Unasur y la Celac; siendo
Latinoamérica el continente que más ha crecido, pese a la crisis y, pese a las
asimetrías, el que más ha mejorado la distribución del ingreso. Y esto es
intolerable para aquellos que con su accionar internacional sin fronteras ni
códigos pretenden tornar a la Asamblea de la ONU en un foro de expresiones de
deseo y al Consejo de Seguridad en una máscara militar que se busca utilizar,
cuando el veto de alguno de sus miembros permanentes (frecuentemente Rusia y
China) no lo impiden, porque la verdadera fuerza de policía internacional la
ejerce la OTAN, cuya jefatura indiscutida la ejerce la única superpotencia
sobreviviente a la guerra fría (y principal aportante de recursos, tecnología,
informática, armas y personal), los Estados Unidos de Norteamérica.
Y si bien la OTAN
tiene sus propios cuarteles, su propio comando y su propia inteligencia,
mayormente afincados en Bruselas y el resto de la UE, el liderazgo militar de
los EE.UU. no está en discusión; y el jefe de todas la fuerzas armadas de
EE.UU. es el Presidente de la República, que no se informa con los organismos
de la OTAN sino con sus propios órganos: La Secretaría de Defensa, el
Pentágono, La Agencia Nacional de Seguridad y la CIA.
Esto es lo que
hace tan peligroso, para nuestra seguridad, el ingreso de Colombia a la OTAN.
Imagínense al Gobierno de Colombia asumiendo una actitud como la de Francia,
Portugal e Italia con el avión de Evo, en Latinoamérica o el Caribe, solicitada
por el Presidente de EE.UU. o su Secretario de Defensa, en función de una
siempre dudosa información de la CIA y con el apoyo militar de la OTAN. De la
OTAN y no sólo de EE.UU. no solamente en lo formal, sino porque el Reino Unido
es parte de esa alianza y tiene su base militar -con armamento nuclear
incluido- en nuestras Islas Malvinas...
La canallada
colonial contra el Presidente Evo Morales no es el primer golpe a la Unasur y
la Celac. Es el segundo; y habrá que analizar muy seriamente cómo se procederá,
de ahora en más, con Honduras y qué hacer con el Paraguay -no solamente en el
Mercosur, que será determinante, sino también en el Unasur- que Argentina,
Brasil y la propia Bolivia no podemos darnos el lujo de perder como aliado,
como Ecuador, Venezuela y el Caribe no deben permitir que Colombia se aleje de
Unasur y Celac.
Los jefes de
estado latinoamericanos, reunidos en Cochabamba, deberán poner las cosas en su
lugar, mucho más allá del merecido desagravio al Evo y los necesarios reclamos
internacionales por la afrenta. Ahora que quien concibió la gran América Morena
unida ya partió para reunirse con aquél que lideró la construcción de sus
cimientos, ahora que el edificio proyectado por Chávez y Néstor, junto a Lula y
al resto de los Presidentes latinoamericanos está en proceso de edificación, se
impone acelerar la obra, ir por más.
No solamente más
trabajo e inclusión social y cultural, sino más Anillo Energético, más Banco
del Sur, más Soberanía Informática, más Libertad de Información y Expresión,
más desarrollo Tecnológico Conjunto, más Soberanía Alimentaria, más Cooperación
e Integración de los Sistemas de Defensa, más Parlamento Latinoamericano, más
Organismos de Resolución de Conflictos Públicos y Privados; en suma, más Patria
Latinoamericana y Caribeña.
El apotegma
lanzado por Juan Domingo Perón, ‘Unidos o dominados’, no es un postulado
ideológico, es un planteo estratégico que, ahora que comenzamos a desarrollarlo
con éxito en esta parte del mundo (y por eso los embates internos y externos),
debemos continuar resolviéndolo a nuestro favor.
por
Eduardo Black
(eduardoeblack@gmail.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario